Hablamos de criticar por y pro maldad.
Porque para ser malas, malas, yo creo que mejor las tías. (Ni mujeres, ni chicas, las tías.) A ver, un tío malo, retorcido, que tiene como algo podrido dentro, llega a soltar puntillas muy salvajes, pero es por amargor el pobre.
Lo malo de las tías (hay días que una se levanta tía en vez de chica encantadora o de mujer trabajadora o de personilla normal) es que en cualquier momento pueden poseer a una mujer que se siente segura de sí misma, o que es una pasota, o que no tiene maldad. Y a una mujer estupenda, normal o angelical, le sale el típico comentario:
- ¿Has visto los vaqueros tan monos de aquella chica?...
- ¿Los negros? Son muy monos, los vi en "Tara".
Aquí, en vez de contestar: "Vamos pallá", "Te quedarían geniales", "Me quedarían geniales", "No me hacen falta unos vaqueros pero qué ganas les tengo", pues no.
- Le hacen un culo pésimo... La gente no se sabe vestir (con chispilla de qué-mala-que-soy en los ojitos y con satisfacción)
Ya está, con esta dosis de autocrítica, os presento, en la continuación del descubrimiento de "telodigoportubien.com":
Fugandbusted
1 comentario:
Bueno, ya sabes que yo opino que de eso nada, que depende de la persona...pero ahora que lo dices, puede que se generalice entre mujeres por la presión social que generan "si no rajas como yo, no te ajunto". No sé, la verdad es que podría tirarme horas hablando del tema, pero de momento los cánones son demasiado fuertes y la gente muy débil. Sí vale, somos animales sociales y necesitamos de otros para subsistir, es cierto; pero la gente se suele negar a sí misma muchas veces por un motivo poco importante y blablablablablaaa...
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