jueves, 25 de septiembre de 2008
Las últimas tardes de Verano
Las últimas tardes de Verano pasaban y ellos no parecían darse cuenta. La brisa del atardecer estremecía las hojas brillantes y verdes de los árboles, convirtiéndolos en un mar verde. Las conversaciones de la tarde se estiraban al paso del sol rojo ya. Los niños correteaban con la piel oliendo a sol caliente y alegría alrededor de los perros hastiados con la lengua fuera. Los gatos callejeros se movían entre las hierbas altas como si fueran su selva privada, para luego deslizarse bajo los coches sin ser vistos, haciendo que los perros tumbados soltaran apenas un ladrido que más parecía un bostezo. Las viejas casas sin dueño parecían casi hermosas con la luz horizontal haciendo brillar las ventanas rotas, y los matojos que nadie cuida hace años parecían esconder entre sus luces y sombras un paso oculto a un mundo diferente. Las sombras se alargan con los paseos que se estiran en cada uno de sus pasos, arrullado por el ruido susurrante de las hojas de los árboles, sólo roto por alguna vieja moto que petardea durante un rato para hacer más delicioso el retorno del sonido de las últimas tardes de Verano.
Foto de aquí.
Photo from here.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario